¿QUÉ SON LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO Y PARA QUÉ SIRVEN?
Antes de decir qué son, es preferible dejar bien claro qué cosa no son.
Las técnicas de estudio NO son
· Un <<recetario>> para aprobar mecánicamente
· Un modo uniforme e impersonal de estudiar, que funciona sea cual sea la personalidad, talento, aptitudes y motivaciones del estudiante.
· Una <<utopía>> teórica muy bonita, pero imposible de poner en práctica de un modo <<realista>>.
Las técnicas de estudio Son
· Una <<herramienta>> útil para aprender y sacar mejores notas con menos esfuerzo.
· Un conjunto de normas orientadoras, al servicio del estudiante que las quiera emplear, adaptándolas a sus características personales concretas (como un plano, para ir, sin perderse, por una ciudad desconocida).
· Unas estrategias realizables en la práctica habitual: a más esfuerzo inicial, menos esfuerzo después; a más pereza inicial, más fracaso y decepción después…
UN ESTUDIANTE ES COMO UN ATLETA
No es como un trabajador porque el resultado de sus esfuerzos no tiene valor mercantil, ni se compra, ni se vende. El que realmente <<se enriquece>> estudiando es el propio estudiante (no es lógico que, encima, se le dé un sueldo por su esfuerzo…).
Tampoco el estudiante es una especie de esclavo que obedece servilmente a sus padres (que están <<invirtiendo>> en él, para exigirles se devolución el día de mañana…) o a sus profesores. Pues, en realidad, orden y eficacia... son los alumnos, que para eso pagan (o la sociedad lo hace por ellos).
El estudiante debe compararse al atleta, pues, como él, lo primero que necesita para esforzarse por mejorar día tras día es la ilusión por conseguir una meta concreta.
Si no tiene claro qué es lo que es lo que pretende conseguir, es muy difícil que tenga la energía suficiente para luchar de verdad por conseguirlo. El atleta sólo se esfuerza realmente cuando tiene una meta muy clara que alcanzar, un récord que batir, un campeonato que ganar. Cuando no es así, cuando el objetivo es lejano y nebuloso, simplemente se <<entrena>>, pero no da de sí todo lo que lleva dentro…
En segundo lugar, nadie llega a ser un verdadero atleta si no tiene confianza en sí mismo. Y, para confiar en uno mismo, es necesario lograr, aunque sólo sea de vez en cuando, algún pequeño triunfo. Nadie llega a las Olimpiadas sin tener más o menos llena su vitrina de trofeos. Primero uno gana en su colegio, luego en el barrio donde vive; esto le anima presentarse a nivel provincial y después nacional, etc. Pero, quien recibe críticas, reproches y <<calabazas>>, evaluación tras evaluación, pierde confianza en sí mismo y deja de esforzarse. El padre <<bienintencionado>> que todos los días le recuerda dos o tres veces a su hijo lo burro que es… está criando en su casa un burro ...
En tercer lugar, todo atleta necesita un buen entrenador. Sin él, está perdido. Por mucho que se esfuerce, nadie sabe sabiendo, nadie es capaz de ver sus propios errores, ningún médico, por bueno que sea, sabe curarse a sí mismo.
El entrenador no tiene por qué ser un buen atleta (aunque probablemente cuando era más joven sí lo era). El entrenador de un estudiante puede ser perfectamente su padre, su profesor o, simplemente un buen amigo, pues si misión no es competir, ni prestarle sus músculos al que está entrenando, sino enseñarle a sacar de sí mismo todas sus posibilidades, y para eso ha de hacer dos cosas: exigirle y animarle:
· Exigirle gradualmente, para que no se apoltrone en los laureles, para que siga progresando, mejorando, sacando de sí hasta la última gota de jugo.
· Animarle en los momentos de depresión. Cuando la meta parece inalcanzable, cuando todo se vuelve contra uno y los esfuerzos quedan sin recompensa…, entonces es necesario alguien que te eche una mano, que te ayude a levantarte (no que venga a restregarte en la cara lo buen estudiante que era él cuando era joven y lo avergonzado que se siente de su propio hijo, o discípulo).
Por último, así como cualquier atleta necesita saber y practicar su deporte con una determinada técnica, el estudiante que desea obtener el máximo rendimiento con un mínimo esfuerzo ha de emplear unas adecuadas técnicas de estudio. Técnicas universales que deberá conocer, entender y practicar con frecuencia, hasta ir poco a poco haciéndolas suyas.
Todos hacemos las cosas de un modo u otro, pero, así como no todos los caminos llegan a Roma (al menos en el mismo tiempo y con el mismo esfuerzo por parte del caminante), no todos los modos de hacer las cosas son igual de buenos.
En todo deporte existe un modo que es el <<mejor>> de todos; es decir, el que produce mejores resultados, es más preciso y cansa menos. Asimismo, también existen unas determinadas estrategias para sacarle el jugo a la clase, para tomar bien los apuntes o para preparar correctamente un examen. En eso consisten las técnicas de estudio, en lograr hacer las cosas del modo más <<rentable>> posible. Las técnicas de estudio son para vagos, porque están pensadas para aquellos que siempre queremos sacar la máxima rentabilidad del mínimo esfuerzo. Por eso: ¡las técnicas de estudio son lo tuyo!
EN RESUMEN
El fracaso escolar
· El fracaso escolar se puede dar en cualquier nivel por dos causas: la falta de motivación y los malos hábitos de estudio.
· Muchos estudiantes están <<desmotivados>>. A largo plazo, por el lúgubre futuro que se les avecina: el paro, la escasa valoración social de los <<intelectuales>> y la creciente prisa por vivir su vida a tope. Y, a corto plazo, por la desmotivación de muchos de sus profesores y las deficiencias del actual sistema de enseñanza
Qué son las técnicas de estudio
· No son: un recetario par aprobar sin estudiar, ni una uniformidad en el estudio, ni una utopía irrealizable.
· Son: una herramienta útil para aprender más con menos esfuerzo; un conjunto de normas orientadoras y adaptables a la situación personal de cada uno y fáciles de poner en práctica, con un poco de esfuerzo inicial.
Estudiante = Atleta
· El estudiante no es ni un trabajador, ni un esclavo del profesor. Es como un atleta.
· Como él, necesita: una meta concreta y a su alcance para seguir esforzándose con ilusión, día a día, y lograr pequeños éxitos que le den confianza en sí mismo; un buen entrenador que sepa animarle y exigirle gradualmente, y un buen <<método de entrenamiento>> (técnicas de estudio).
· No todos los caminos que llegan a Roma son igual de buenos. Las técnicas de estudio son el modo más <<rentable>> de aprender con realismo y sacar mejores notas con el mínimo esfuerzo.
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